La Pichincha

Mamá, estoy chocho, rechocho
Bichando Montivideo
Y a patacol me paseo
Por la Avenida Dieciocho
La energía que derrocho
Paso a paso la desquito
Porque todo es tan bonito
Que no siento la osamenta
Y estando el alma contenta
La osamenta importa un pito
¡Ay, mamá! ¡Si viera usté qué grande es el Obelisco!
Yo me puse medio bizco de tanto que lo miré
Contemplándolo se ve que las manos escultoras
Pretendieron, soñadoras, hacer la estilización
De un semejante facón adornao con boleadora
Me enteré que hay un impuesto
Por contemplar cualquier obra
Y el inspector que lo cobra
Defiende muy bien su puesto
Porque además del buen gesto con que me hizo la boleta
Cruzando la plazoleta me llevó hasta el Parque Batlle
Pa' hacerme ver al detalle la estuata de La Carreta
¡Qué linda escultura criolla, sin desperdicio y de ley!
Criolla desde cada güeya hasta el farol y la olla
No hay nadita en esa joya que agregar ni suprimir
Y hasta llegué a colegir que don Belloni, el autor
Antes de ser escultor tuvo que aprender a uñir

Gritando duro y parejo
Va el carrero bien montao
Pero caliente y cansao
Porque ha de venir de lejos
Peludeando el pobre viejo
Cargao de fariña y yerba
Ni la picana conserva
Por eso conduce al grito
Cinco güeyes y un torito
Y una yunta de reserva
No la dragonié mejor por no entretenerme mucho
Porque llegué a sentir chucho de agotar el tirador
Marcao por el inspector el impuesto me fundía
Pero como yo quería poder disfrutarla bien
Dispacito lise el tren pa' ver si me la vendía
El inspector muy gentil me la ofertó regalada
Y aproveché la volada porque no soy ningún gil
Cerramos trato en cien mil, pero con facilidades
Sin denunciar propiedades, garantías ni respaldos
Pagué la mitá y el saldo me lo dio en mensualidades

Por el precio no se asombre
Que el menumento es barato
Pues no me tomó ni un dato
De puro distraído el hombre
Como no indagó mi nombre
Y haciéndome yo el idiota
Tampoco dije ni jota
Despidiéndome del pobre
No hay peligro que me cobre
Ni siquiera media cota
Mamá, no se vaya a creer que estoy hecho un ave negra
Pero esta ocasión me alegra que no me tocó perder
Ya no soy aquel de ayer, criao entre chanchos y potros
Y hoy que los tiempos son otros tuve la comprobación
De que los puebleros son más ingenuos que nosotros