Dios En La Carcel

Muchos presumen que nunca se caen
Pero en la celda las cosas cambian
La calle te aplaude, la feria se va
Y entre cuatro muros la verdad se da

Ni trocas, ni fierros, ni cadenas caras
Te abren candados cuando Dios te llama
Los compas se borran, la fiesta no suena
Y sola en tu mente retumba la pena

Ahí en la sombra levantas la voz:
"Señor si me escuchas no me dejes hoy"
El más arrogante termina en rodillas
Porque solo Cristo perdona y te guía


Dios en la cárcel también se aparece
Rompe cadenas, su amor permanece
Aunque la celda te tenga encerrado
Cristo libera al corazón cargado

Dios en la cárcel, ahí está presente
Levanta al caído, transforma al valiente
El que era más duro confiesa quebrado:
Jesús es mi fuerza, mi Rey adorado

El tiempo es castigo, la culpa te quema
Se acaba la risa, comienza la prueba
La feria y la fama se fueron volando
Y en ese silencio lo vas recordando

Pero entre paredes despierta la fe
Ahí Dios te dice: "No te olvidaré"
El preso más bravo levanta su canto
Jesús lo rescata, le borra el llanto


Dios en la cárcel también se aparece
Rompe cadenas, su amor permanece
Aunque la celda te tenga encerrado
Cristo libera al corazón cargado

Dios en la cárcel, ahí está presente
Levanta al caído, transforma al valiente
El que era más duro confiesa quebrado:
Jesús es mi fuerza, mi Rey adorado

No hay hombre tan firme que nunca se caiga
Ni mente tan fría que siempre se aguante
Cuando Jesucristo se mete en la celda
El más terco llora, su orgullo se quiebra

Ya no se cantan corridos de muerte
Ahora en la celda hay cantos de suerte
La Biblia en la mano del que era maleante
Ahora es testigo del Dios gigante

El mundo señala "ese ya no sale"
Pero Dios levanta y cambia los planes
Y aquel que decía "yo nunca caeré"
Ahora en su celda confiesa: "Él es Rey"


Dios en la cárcel también se aparece
Rompe cadenas, su amor permanece
Aunque la celda te tenga encerrado
Cristo libera al corazón cargado

Dios en la cárcel, ahí está presente
Levanta al caído, transforma al valiente
El que era más duro confiesa quebrado:
Jesús es mi fuerza, mi Rey adorado

Entre los barrotes se escucha un cantar
Dios en la cárcel también sabe entrar
Corrido tumbado, que quede marcado:
Cristo transforma hasta el más pesado