La Negrita

Ay, qué lindo el amar, la mar
Meter las patas en el agua, en el mar, oh

Y bueno, el cuento de La Negrita sigue así
Después de haber viajado tanto por todo el país
Regresó a su costa amada pa' seguir en el malecón gritando
"¡Vendo pescado frito con limón!"

Y si supieran las cosas que pudo ver
Que no se parecen nada a los sueños de su niñez
La Negrita no comprende de dónde fue que salió el cuento ese
Que en otro lugar vives mejor

Porque es muy fácil de pensar que hay que viajar para triunfar
Que aquí no hay oportunidad, que en otro lado sí la habrá
Y aunque experiencia ya adquirió, nunca se pudo olvidar
Que su cadera al caminar lleva el ritmo de la mar

Ritmo de la mar
La mar, la mar

Esta es la historia de La Negrita
Que un día decidió salir de viaje
Preparó la pava, el mate, la mochila, la almohada, la hamaca paraguaya
Y salió a recorrer el mundo
En tranvía llegó a la montaña y trepó alto como una araña
Toda la primavera saltó como un mono de palmera en palmera
Navegó por los mares y allí conoció un pirata y mil calamares
En motoneta llegó a París, ahí estaba Manolita poniéndose linda
África y las jirafas, los elefantes en Malasia
Tantos lugares recorrió, tantos amigos conoció, tanto viajó
Que dio la vuelta al mundo y a su casa volvió
Y sí, extrañaba a los amigos, pero una tarde, ¿saben qué pasó?
Eran todos ellos que la venían a visitar

Por eso un día nublado se regresó
Y vio que allá en su puerto siempre calentaba el sol
Y cuando alguien le pregunta de las cosas que aprendió, contesta
"Que viajar a veces no es mejor
Que quedarse al sol es lo mejor
Que vender pescado con limón
Que si lleva uno, lleve dos"