El Plebeyo

La noche cubre ya
Con su negro crespón
De la ciudad las calles
Que cruza la gente
Con pausada acción
Sólo luz artificial
Con débil proyección
Propicia la penumbra
Que esconde en su sombra
Tristeza y dolor

Después de laborar
Vuelve a su humilde hogar
Luis Enrique, el plebeyo
El hijo del pueblo
El hombre que supo amar
Y que sufriendo está
Esa amargura cruel
De amar a una aristócrata
Siendo plebeyo él

Trémulo de emoción

Dice así en su canción

El amor, siendo humano
Tiene algo de divino
Amar no es un delito
Porque hasta Dios amó
Y si el cariño es puro
Y el deseo es sincero
¿Por qué robarme quieren
La fe del corazón?
Mi sangre, aunque plebeya
También tiñe de rojo

El alma en que se anida
Mi incomparable amor
Ella es de noble cuna
Y yo humilde plebeyo
No es distinta la sangre
Ni es otro el corazón
¡Señor! ¿Por qué los seres
No son de igual valor?

Después de laborar
Vuelve a su humilde hogar
Luis Enrique, el plebeyo
El hijo del pueblo
El hombre que supo amar
Y que sufriendo está
Esa amargura cruel
De amar a una aristócrata
Siendo plebeyo él

Trémulo de emoción

Dice así en su canción

El amor, siendo humano
Tiene algo de divino
Amar no es un delito
Porque hasta Dios amó
Y si el cariño es puro
Y el deseo es sincero
¿Por qué robarme quieren
La fe del corazón?
Mi sangre, aunque plebeya
También tiñe de rojo

El alma en que se anida
Mi incomparable amor
Ella es de noble cuna
Y yo humilde plebeyo
No es distinta la sangre
Ni es otro el corazón
¡Señor! ¿Por qué los seres
No son de igual valor?

¡Señor! ¿Por qué los seres
No son de igual valor?