Guerrero Atípico
Camionero
4:12Nos despedimos sin decir adiós cuando la noche nos cortó fatal, y una palabra quedó escondida entre vos y yo marcando la distancia. El fuego que acaricia el corazón devoró el resplandor de la ciudad, y un murmullo de metal cuando la luz se apagó fue nuestra última calma. A veces veo tu sombra volver y estiro la mano en la oscuridad como si nada hubiera cambiado, es que no puedo mentir me equivoqué otra vez. Estoy aquí, vení a buscarme. Nada es fácil, todo es siempre una herida. Nada es fácil, todo es siempre una herida. Casi nada es fácil, todo es siempre una herida. Nada es fácil, todo es siempre una herida.