Chinche Verde

Un diablito de barra americana su lengua por mi oreja pasó,
como chinche perfumaba las palabras, 
y con pico, pico de ruiseñor.
Esperaba que banque su parada, 
yo esperaba un rayo salvador que retumbe salvando las distancias,
que al suelo caiga y que lo parta en dos.
De lejos me ve, y esconde todo lo que ya se ve.
Barriendo también, debajo de lo que se puede oler.
Un diablito de barra americana sus colmillos en mi cuello clavó,
tirando caña, y a la vez siendo carnada,
en un río turbio como encantador.
De lejos me ve y esconde todo lo que ya se ve.
Barriendo también, debajo de lo que se puede oler.
Se puede ver, se puede oler, se puede ver.