Seamos Humildes

Dios le entrego a Nabucodonosor
Grandeza, reino, gloria y majestad
Y en su palacio todo floreció
Gobernaba hasta lo último de la tierra
Sobre ciudades, naciones y lenguas
Pero su corazón se enalteció
Y con el corazón enaltecido
Dijo: No es esta la gran Babilonia que yo edifiqué
Para la gloria de mi majestad
Todo lo he hecho y asció con las fuerzas de mi poder

Aún estaba en su boca la palabra
Cuando su reinado le fue quitado
Y con las bestias del campo moraba
Comiendo paja como los caballos
Su cuerpo con el rocío se mojaba
Su pelo y las uñas se le alargaron

El que se exalta será humillado
Y el que se humilla será exaltado
A Dios no le agrada el hombre altivo
Pero el humilde será su amigo

Y entre más te bendiga el Señor
Sé más humilde

Entre más te prospere Jesús
Sé más humilde
Cuando veas que todo te va bien
Sé más humilde
Cuando veas milagros por doquier
Sé más humilde
Que el que se humilla será exaltado
Y el que se exalta será humillado
A Dios no le agrada el hombre altivo
Pero el humilde será su amigo

Después que pasaron los siete años
El rey alzando los ojos al cielo
Humillándose al Señor adoró
Reconociendo que el cielo gobierna
Sobre todos los reinos de la tierra
Su corazón nuevamente cambió
Entonces la razón le fue devuelta
Su majestad, su gloria y su grandeza
Y al reino volvió
Su gloria fue mayor que la primera

Gobernaba hasta lo último de la tierra
Porque se humilló
Dios es quien quita y también pone reyes
Y sin su voluntad nadie gobierna
Que nadie se crea grande en esta tierra
Porque de pronto el Señor lo sorprende

Y el que se humilla será exaltado
Y el que se exalta será humillado
A Dios no le agrada el hombre altivo
Pero el humilde será su amigo

Y entre más te bendiga el Señor
Sé más humilde

Entre más te prospere Jesús
Sé más humilde
Cuando veas que todo te va bien
Sé más humilde
Cuando veas milagros por doquier
Sé más humilde
Que el que se humilla será exaltado
Y el que se exalta será humillado
A Dios no le agrada el hombre altivo
Pero el humilde será su amigo