Canto
Daniele Semprini
2:56Aquel día no se que pasó, pero me dieron su cruz. Sin quererlo, como un esclavo, fui detrás de Él; la gente gritaba, como loca, no entendía porque pasaban cosas que no sabía, ahora sé bien porque. Te seguí en tu camino no solo un día, por toda mi vida y el cargo amargo se me volvió en alegría. Nací donde el sol quema fuerte sobre mi negra piel y trabajé siempre como un esclavo, esclavo nunca fui. Mi gente amaba su libertad, poder vivir en paz, pero vino el tiempo en que me agarraron y me amarraron los pies. Dejé mi tierra y toda esperanza por una tierra extranjera: el mismo cielo, el mismo sol, pero todo cambiò. La gente miraba el color de mi piel Y se burlaban de mi, pero los sueños no tienen color y yo soñaba mi libertad. Te seguí en tu camino no solo un día, por toda mi vida y el cargo amargo se me volvió en alegría. Hasta cuando me encontré en la santa ciudad, Jerusalén, ciudad de dios, pero el dolor no cesó. Un día como muchos, siempre igual - tú tienes que trabajar- lo vi pasar por allá, sobre un burro, como un rey. "Que hombre raro - pensé dentro de mí- todo el mundo lo aclama”; pero la fiesta pronto pasó, se transFormó en su pasión. Perdí su cara y me volví a mi condena usual, pero me encontré por casualidad, donde Jesús ascendia. Te seguí en tu camino no solo un día, por toda mi vida y el cargo amargo se me volvió en alegría. Aquel día, no sé que pasó, pero me dieron su cruz y sin quererlo, como un esclavo, me fui detrás de Él. La gente gritaba, como loca, no entendía porqué. Mirando sus ojos que me miraban, ahora entiendo quien es. Te seguí en tu camino compartí el peso de tu destino no solo un día, por toda mi vida y el cargo amargo se me volvió en alegría. en alegría en alegría en alegría en alegría.