Plegaria A Maria
Daniele Semprini
2:24Mi madre me parió un día que no recuerda la duda mi gemelo, junto a mí creció; recuerdo, era un niño, mirada abierta al mundo, mi mente se llenaba de asombro interrogante. La escuela fue fatal: maestros sin verdad me transmitieron pronto la moda del recelo. Tampoco a mi mujer nunca logré amarla, mi amor era un columpio de entrega e indiferencia. Los años se alargaron como las sombras, cuando la luz se desvanece y deja un frio silencio. Un corazón inquieto, deseos sin destino, caminos que no llegan, fue lo que quedó. Más cuando te encontré fue claro, fue evidente que lo que o buscava ya lo tenía enfrente. Tres años te seguí, fiel y alegremente porque en tu compañía la fe en mi nacía. Cuando moriste yo morí contigo; resucitó primero mi antigua maldición. La duda me ganó, no te reconocí más tú no te alejaste, de nuevo apareciste. "Dios mío, mi Señor", fue el grito que sincero tu amor me arrebató y firme en mi quedó. Desde aquella noche, mi grito no se para, un grito que llenó mi vida y el mundo entero. Siempre había dudado, pero llegué hasta el sol enfrente de la noche mi lengua te anunció: "¡Te amo mi Señor, certeza de mi vida!" "¡Te amo mi Señor, certeza de mi vida!”