Que Bonita Está La Reina

En la plaza de Oriente callen los niños
Que la casa de Campo seque sus lilas
Silencio en los pregones de primavera
Que a mi amor tengo muerto en una esquina
Pasaba por la carrera y miro hacia mi balcón
Maldito el ramo de rosas que le partió el corazón
¡Ay, señor campanero de La Paloma!
Vaya doblando a duelo, que ya no hay bodas

Ramito de violetas de mi mano, compañero
Ramito de violetas para mi amor que está muerto
Ramito, dile a la reina que en estas bodas reales
Sus azahares y los míos, sus azahares y los míos
Están teñidos de sangre

Por el canto del moro cuando el silbaba
Se paraban a oírle los ruiseñores
Y al verle los madriles quieto y callado
Hasta de las acacias se caen las flores
Quererte toda mi vida, por mi madre te juré
Y viuda sin ser casada por siempre me quedaré
¡Ay, señor campanero, no ponga rosas!
Prepáreme usted un manto de dolorosas

Ramito de violetas de mi mano, compañero
Ramito de violetas para mi amor que está muerto
Ramito, dile a la reina que en estas bodas reales
Sus azahares y los míos, sus azahares y los míos
Están teñidos de sangre