Dios Lo Vio Todo

No me defendí... 
cuando me juzgaron sin piedad, 
cuando torcieron mi verdad, 
cuando me arrojaron piedras 
y yo solo quería paz. 
 
No me defendí... 
cuando me arrancaron el respeto, 
cuando fui el blanco del desprecio, 
cuando todos se alejaron 
y yo solo quería afecto.
 
No hablé... 
cuando el abandono fue mi pan, 
cuando la traición me hizo temblar, 
cuando lloré en la oscuridad 
y nadie preguntó si iba a aguantar. 
 
No hablé... 
cuando mi nombre se volvió un chisme, 
cuando me quitaron la dignidad, 
cuando el mundo me miró con desprecio... 
pero Dios me miró con verdad.

Dios lo vio todo. 
Cada noche donde quise rendirme. 
Cada lágrima que no cayó en publico, 
pero fue un río invisible. 
 
Dios lo oyó todo. 
El grito que no salió de mi boca, 
el perdón que ofrecí sin fuerza, 
la oración que parecía rota. 
 
Dios lo vio todo. 
Y lo que yo viví en lo secreto, 
Él lo convertirá en testimonio 
para levantar a su pueblo.

Fui la olvidada, la caída, la malinterpretada. 
Fui la que se tragó el dolor 
para no hacerle daño a su hija. 
Fui la que cargó sola la cruz, 
la que no tenía a nadie... 
pero tenía a Jesus.

Y si tu, mujer, estás viviendo esto, 
y nadie cree en ti, 
quiero decirte que Dios sí te cree. 
 
Él estuvo ahí. 
Cuando no pudiste más... 
Él fue tu más.

Dios lo vio todo. 
Y lo que sembraste entre cenizas, 
florecerá con su justicia. 
 
Él te vio caer... 
pero también te verá resucitar. 
 
Él no necesita testigos... 
para hacerte brillar. 
 
No hablaste... 
pero tu silencio fue oración. 
Y Dios ya escribió tu redención