Harakiri

Mato el silencio, si, rompo mis votos, 
Reposo somnoliento sobre la flor de loto, 
No, miren mis ropas, mis lastres están rotos, 
En silencio medito, pero, por dentro exploto, 
Es mi misión, no me permito fallar,
Doy mi vida, por el deseo más elemental, 
No lo puedes olvidar, Nuestra ley es recordar,  
Lo escribo sobre tus pieles y así no se va a borrar tan fácilmente, 
El odio todo nos despoja, leeré los movimientos en el viaje de las hojas, 
Otro golpe, es para que lo entiendas, 
Hijo soy tu padre y te arrancare las vendas, 
Al costado de la colina, casi sin aire, casi sin agua, 
Conocedor e hijo de la doctrina, 
Tomare de mi veneno sino me matan las llagas, 
Mi sangre regada sobre la arena, 
Mis pies torcidos, manchados con este fango, 
Por la llama que hoy me quema, 
Tomare sus vidas con esta espada sin mango, 
Hoy las semanas, parecen más precisas, 
Debajo de esta mascara sin expresión ni risa, 
Mañana me ire y no recordaras mi nombre, 
Mi defensa es mi ataque ejercito de un solo hombre. 

Magia latente y benigna, honor tras cada consigna, 
Con criterio es que se habla y con el ejemplo se dicta, 
Aunque estrictas, mentes midan lo que hablan mis criptas, 
Cada quien con su psiquis habrá de enfrentar su vista,
Problema en parálisis, concepto, en síntesis, 
Peleo con mi antítesis entre lo oscuro y lo gris, 
Mis actos con mi lenguaje y mi espejo es este lápiz, 
Que hará enardecer mi fuerza o quemarme como un cáliz, 
Reconozco mis falencias comprendí que me hace frágil, 
El cinismo en mis errores hasta justificarlos casi, 
Otra senda es encontrarse, perdonarse es tan volátil,
Que el ego que nos sostiene puede ahorcarnos tan fácil. 

Yo, aprieto mis dientes, mis manos sudorosas, 
Voy a otra parte, pienso en otra cosa, 
No nos has visto, tirados en el suelo, 
Creo que por mucho tiempo hemos pospuesto este duelo, 
Y llega el momento, de saldar las cuentas, 
No alcanzan las palabras si de honor es nuestra deuda, 
Se cumplieron los soles, somos uno con mi sombra, 
Acepto mi destino ya la muerte no me asombra. 

Desde el sur de la montaña al rap de la loma norte, 
Escritos desde el silencio, de legendarios consortes, 
código firme el objetivo y sobra lo que no aporte, 
porque lo que no sirve, que no estorbe, 
cada quien cuenta su hazaña, yo no doy vida a lo que me daña, 
pues el que en la mala se ensaña, 
llega el karma y enseña como son las mañas, 
te afanas, emanas, en arrogancia absorto entre el odio,
dice es tomarse un veneno y esperar que mate al otro, 
conmigo mismo es mi treta, mi verdad, 
danzo duro entre siluetas ni por mi piel hago apuestas, 
pues si llego a fallar el mismo filo que te corta será el que calle mis letras.