La Rocabuela Y La Tenka

Cierto día, una tenca revoloteaba entre los árboles nativos de un
Cerro cercano a la ciudad. Buscaba, entre los néctares de las plantas
Y las semillas, su alimento diario. Mientras saboreaba, de pronto
Una gran piedra sabia y antigua, la Roca Abuela, comenzó a hablarle

Tenca hermosa, que cantas en este bosque día y noche
Has sido elegida para reunir, en este lugar, a amigas y
Amigos que están perdidos en medio del tumulto de la ciudad

Dijo la roca, con palabras que se repetían por el
Eco de la montaña. Sorprendida y con la cara rojiza
Por los frutos rojos que comía, la tenca preguntó

¿Por qué yo, querida Roca Abuela?

Por tus cantos variados, diversos y hermosos que todas y todos
Eran capaces de comprender. Ahora ve y vuela. Lleva este
Mensaje a quien veas que lo necesite. El viento te va a guiar

La tenca sacudió sus alas bordadas con pliegues blancos y partió con
Rumbo desconocido. Volaba velozmente el ave, cuando de pronto el
Viento movió las hojas de unos quillayes y divisó el agua de un
Estero que corría a la entrada de las montañas
Descendió y se posó en una rama debilucha que se
Quebró, y alertó a dos leonas que bebían agua

Traigo un mensaje de la Roca Abuela

Cantó la tenca, para que las leonas no se la
Comieran. Una de las leonas se acercó y le dijo

Te saludamos respetuosamente, tenca de la montaña. Hace ya
Meses que no vemos a la Roca Abuela. Nos perdimos y no hemos
Podido volver. Extrañamos a nuestras familias y a las niñas
Y niños chiquillanes del cerro, que cada cierto tiempo
Guiamos para que encuentren su pasado, su presente y su futuro