Sueños Dorados

Adiós mi paloma
De sueños dorados que quiere volar
Ahí tienes la aurora
Que abriste tus alas pero volaras
Sé que esta vez no habrá luz en tu camino
Sé que esta vez te mueres sin la esperanza
Yo sufriré otra vez tocar el olvido
Más guardaré tu recuerdo aquí en mi alma
Que puedo hacer, bendito Dios
Si prometió tanta ilusión
Que puedo hacer, mi corazón
Si prometió tanta pasión

Tantas luces en el cielo
Tantas aguas en los mares pero me encontré
Una noche sin lucero
Lagrimas en el desierto y yo que puedo hacer
Tantos caminos en la vida
Me tocó el de más espinas, me tocó perder
Pero todo me define
Y el dolor que hay en mi herida lo haré prevalecer

Y puedes volar, no te des de mi vida
Y puedes volar, aunque no te quede nada
Y puedes volar, no te des de mi vida
Y puedes volar, aunque no te quede nada

Allá donde acaba
El sol cuando es tarde yo quisiera estar
Perderme en la noche
Buscar un mañana que sea sin final
Y no morir matando mis esperanzas
Para encontrar otra luz en mi camino
O como tú que viviste del olvido
Sin encontrar la solución a tu alma
Dime que harás, bendito Dios
Para acabar tanta pasión
Dime que harás, bendito Dios
Para matar esta ilusión

Tantas hojas en un libro
Las que pude haber leído y solo pude leer
Una página en mi vida
La que me ha dado un alivio y que me hace crecer
Cuántas veces a la playa
Han llegado tantas olas, yo las pude ver
Lo mismo que tus palabras
Que ya no me dicen nada y ya no las oiré

Y puedes volar, no te des de mi vida
Y puedes volar, aunque no te quede nada
Y puedes volar, no te des de mi vida
Y puedes volar, aunque no te quede nada
Y puedes volar, no te des de mi vida
Y puedes volar, aunque terminé mi alma
Y puedes volar, no te des de mi vida
Y puedes volar, aunque no te quede nada
Y puedes volar, no te des de mi vida
Y puedes volar, aunque no te quede nada
Y puedes volar, no te des de mi vida
Y puedes volar, aunque no te quede nada
Y puedes volar, no te des de mi vida
Y puedes volar, aunque no te quede nada
Y puedes volar, no te des de mi vida
Y puedes volar, aunque no te quede nada