La Unión

Acumularon mil riquezas con el tiempo, 
a dos banderas sin su brillo ni color.
Padecieron muchos años tu desprecio,
ahora anhelan algo que no sucedió.

Anda niño, ve y agacha la mirada.
Para todos su ración de Vicodin.
No te importa tener alma hipotecada.
No te asombres si hoy te quito lo que di.

Fueron varios los desplantes de tu reina; 
los peones van cubiertos de marfil.
Y los cuerpos van bajando por el Sena.
Y de idiotas siempre es cantar el fin.

Quedarán eternamente en mis recuerdos
aquellos himnos que cantaban en Berlín.
Vida mía, quítales ya ese tormento.
Las barcazas van llenas de oro y de hollín.