El Arriero De Bembribe
Joaquin Diaz
2:43Esto era una señora que tenía una hija muy tragona, muy tragona. Y un Día se le había comido cinco empanadas que había hecho para la cena Y se puso a gritar: "¡Ay, que mi hija se ha comido cinco empanadas! ¡Que mi hija se ha comido cinco empanadas!" Y entra una anciana Corriendo: "¡Que pasa el rey!". Ya sabéis que entonces, cuando pasaba La corte del rey por los pueblos, pues toda la gente tenía que salir A verle para aclamarle y todo eso. Y entonces ella dice: "Ay, ¿qué Hago yo ahora?", porque le había oído vocear. Y decía el rey: "¿Aquí Hay una señora que está loca o qué pasa?". Entonces dice: "No, qué Va, es que mi hija se ha hilado hoy cinco madejas". Dice: "Ah, pues Eso es lo que yo necesito, una niña que hile mucho, porque yo tengo Muchas madejas para hilar. Mándemela a palacio, que tiene que Hilarme". Entonces la señora toda asustada: "Ay, ¿qué haré yo, Dios Mío? ¡Pero si no sabe hilar!". Bueno, la mujer se marchó a casa y la Niña llorando allí en una habitación que le habían puesto en el Palacio, con un montón de lana para hilar con muchos vellones, la Pobrecica llorando, llorando... Y entró por una ventana un enanito Y la dice: "¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras?". Y se lo contó todo Y dice: "Mira, no te preocupes que yo te voy a ayudar a todo. Me Llevo la lana y te traigo hiladas cinco madejas todos los días, pero Cuando termine de hilarte todo este montón, me darás lo que yo te Pida". Dice: "Bueno, yo te daré lo que tú quieras". Entonces todos Los días lo hilaba, lo llevaba al rey y todos tan contentos. Y cuando Ya le quedaba muy poco, dice: "Bueno, ¿qué me vas a pedir? Porque no Hemos hablado de esto". Dice: "Pues te voy a pedir que sepas mi Nombre, y si le sabes no te pediré nada". Y ya los últimos días le Decía: "Qué sé yo nombres, te llamas Juan, te llamas Pedro...". No se Llamaba de ninguna manera. Entonces llegó una vecina un buen día a Hablar con su madre y dice: "Hija, me ha pasado una cosa más curiosa Iba a por leña al monte y en el tronco de un árbol sentí que había Una rueca. Me acerqué, dice, claro, él no me vio, y había un enano Hilando. Y estaba cantando: "Yo no tengo nombre ni tengo motes, que Me llaman Perico de los Palotes". Entonces la madre dice: "Ay Gracias, Dios mío, esto es lo que yo quería saber". Se fue Corriendo, corriendo y se lo dijo a la hija. Entonces, cuando Llegó el enanito, que ya no le quedaba nada, empezó por otros Nombres: "Te llamas esto, te llamas lo otro". Dice: "No, no No, no, no". Ay, el enano daba saltos de alegría: "¿Que no? Que no? ¿Que no me llamo así?". Dice: "Pues te llamas Perico de Los Palotes". Y entonces se puso todo furioso, todo furioso Se marchó y andando. Colorín colorado, este cuento se ha acabado