Al Bajad Mamad
John Jairo Perez
3:23Ay, Dios mío bendito Se me murió mi canarito Quisiera enterrarlo, pero no hay con qué Ay, ay Ay, ay, ay, ay, ay Qué pena me da, se me murió mi canario La dicha de mi mujer y las sardinas del vecindario Ay, qué pena me da, se me murió mi canario La dicha de mi mujer y las sardinas del vecindario Ay, Dios mío Qué muerte tan triste la de mi canario Desplumao', con las alitas quebradas y labialito Antes las muchachas adoraban a mi lindo canarito Pero ahora que se murió ninguna le toca el piquito Pájaro desagradecido, vivía como en un harén Porque hasta los sesenta y cinco le di de comer muy bien El día que se murió gritaba como una loca Pero nadie me le dio respiración boca a boca Ay, ay Ay, ay, ay, ay, ay Qué pena me da, se me murió mi canario La dicha de mi mujer y las sardinas del vecindario Ay, qué pena me da, se me murió mi canario La dicha de mi mujer y las sardinas del vecindario Ay, todo el mundo viene a darme el pésame por la muerte de mi canario Ay, no, pero ya uno tan viejo lo Único que tiene derecho será el bastón Cuando veía una sardina él se iba desesperando Pero con el paso del tiempo se me fue debilitando Estaba tan débil mi canario que si cantar intentaba Iba doblando la cabeza y ahí mismo se desmayaba Ayer me dijo mi mujer bastante preocupada Eso fue que se comió una cucaracha envenenada Ay, ay Ay, ay, ay, ay, ay Qué pena me da, se me murió mi canario La dicha de mi mujer y las sardinas del vecindario Ay, qué pena me da, se me murió mi canario La dicha de mi mujer y las sardinas del vecindario El día que se murió gritaba como una loca Pero nadie me le dio respiración boca a boca Ay, ay Ay, ay, ay, ay, ay Qué pena me da, se me murió mi canario La dicha de mi mujer y las sardinas del vecindario Ay, qué pena me da, se me murió mi canario La dicha de mi mujer y las sardinas del vecindario Lo único que me alegra de mi pobre pajarito Es que se logró morir cuidando sus dos huevitos Ay, ay Ay, ay, ay, ay, ay Qué pena me da, se me murió mi canario La dicha de mi mujer y las sardinas del vecindario Ay, qué pena me da, se me murió mi canario La dicha de mi mujer y las sardinas del vecindario Ay, ay Ay, ay, ay, ay, ay Ay, ya se me murió