Tocayo Fernando

Tocayo Fernando, ¿cómo le va por su casa?
¿Cómo quedaron los suyos? Me imagino que muy bien
Lo noto contento, saludable como siempre
Optimista y positivo y así es como debe ser
Yo por mi parte, tocayo, sigo cantando y cantando
Y ando contento también
De verdad que me complace verlo
Como todo un roble cumpliendo con su deber

Tralay-lalay, venga y charlamos un rato
No hay casi nada que hacer, cuénteme que yo le cuento
De la vida y su vaivén
Ayer, viniendo en camino por el viejo terraplén
Recordé los uberinos, los yagrumos y el laurel
El molino y su parrando, ¿quién se lo iba a perder?
Fui al paso y vi a Rancho Grande con las brumas del ayer
Todavía quedan recuerdos sembrados por Don Rafael
Y el antiguo cementerio lo pinté al atardecer

Casi a la Y del camino, según mi parecer
Uno que conduce al hato con flores de araguaney
Y el otro va para el Cristo, trillado por el quehacer
De las labores llaneras que se tienen que atender
En una vuelta 'e camino me detuve para ver
Un simpático azulejo que picoteaba un merey
Llegaron a mi memoria recuerdos del tiempo aquel
Cuando por estas sabanas en horas de anochecer
Salía en busca de parranda en lomos de mi corcel
Para enlazar con el verso las miradas de un querer
Jamás la haya si pudiera ahorita retroceder
Los tiempos que se marcharon, pero no lo puedo hacer

Tocayo Fernando, dame razón de las reses
Que hacia la costa del Caño siempre se veían comer
El patio 'e bolas y el Matapalo frondoso
Y aquel palenque de antaño lo recuerdo con placer
Hay muchas cosas pendientes que están vagas en mi mente
Y que se pueden perder
Con la distancia y el tiempo
Por eso quiero un momento ponerlas en un nivel

Tralay-lalay, ahoritica la nostalgia no la puedo contener
Y se ha desatado en mí una guerra sin cuartel
Entre el deseo de quedarme y el llamado del deber
Mi mente va a la deriva cual barco sin timonel
El marcharme de mi llano me tiene un gran padecer
Porque me pongo a pensar en lo habido y por haber
Sabana de tierra roja, ¿cuándo te volveré a ver?
Corozal y La Alcancía con cantares de tauzel
Se me entristece el recuerdo, se acongoja mi pincel
Mi cielo se enrumbasona como que quiere llover
Usted, llanero, hoy conoce al llano y su amanecer
Las tardes con arreboles, el bullicio y el tropel
Del ganado en estampida, y ha visto a Tavo correr
Conoce bien la camasa, el tabique y el jagüey
Que nos da de sus entrañas el agua para beber
Por eso, mi tocayito, me tiene que comprender
Cuando una lágrima cruce mi rostro al palidecer
Perturbado por la ausencia y herido por el desdén
Porque es mucha la distancia que tengo que recorrer
Para cumplir los designios de mi destino tan cruel
Hasta luego, mi tocayo, créame que ha sido un placer
Saludarlo y despedirme con una esperanza fiel
En que mi Señor del cielo siempre nos va a proteger
Y en que me marcho mañana, pero tengo que volver