Vieja Recova

La otra noche mientras iba caminando como un curda,
tranco a tranco, solo y triste, recorriendo el veredón,
sentí el filo de una pena que en el lado de la "zurda"
se empeñaba traicionera por tajearme el corazón.
Entre harapos lamentables una pobre limosnera
sollozando su desgracia una mano me tendió,
y al tirarle unas monedas a la vieja pordiosera
vi que el rostro avergonzado con las manos se cubrió.

Vieja Recova,
rinconada de su vida
la encontré pobre y vencida
como una mueca fatal.
La mala suerte
le jugó una carta brava,
se le dio vuelta la traba,
la vejez la derrotó.
¡Vieja Recova, si vieras cuánto rodó!

Yo la he visto cuando moza ir tejiendo fantasías
con sus sueños de alto vuelo y sus noches de champán.
¡Pobrecita! quien pensara los finales de sus días
y en la trágica limosna vergonzante que hoy le dan.
Me alejé, Vieja Recova, de su lado, ¡te imaginas,
amiguitade otros tiempos, qué dolor pude sentir!
Lo que ayer fuera grandeza hoy mostraba sólo ruinas,
y unas lágrimas porfiadas no las pude desmentir.

Vieja Recova,
rinconada de su vida
la encontré pobre y vencida
como una mueca fatal.
La mala suerte
le jugó una carta brava,
se le dio vuelta la traba,
la vejez la derrotó.
¡Vieja Recova, si vieras cuánto rodó!

Letra: Enrique Cadícamo