Mortal Y Rosa
Juan Pinilla
4:01Me crie sobre la vega Junto aquel río Genil hermano del poeta silenciado ante un fusil. Yo nací de un linaje De albañiles de faenas Y tal que Miguel Hernández Entre pastores y ovejas. En familia de vencidos, emigrados tras la guerra, hambre, frío, muchos hijos, y muertos en las cunetas. Crecí libre por las calles Y al jugar con las estrellas En los eternos veranos soñaba al cantar mi abuela. Altiva Sierra Nevada Hacia el este siempre atenta Vigiló toda mi infancia Y protegió mi adolescencia. Y en medio llegué a Granada Con libros y una maleta y aquel brillo en los ojos de mi pueblo en primavera. Me hice mayor de edad, Afiliándome a la calle A la noche y la soledad Del que canta para nadie. Busqué hasta que encontré Cantaores y poetas, A los viejos camaradas Exiliados del planeta. Y hallé a los mejores Y mis pasos de exegeta andaron al Albaycín, Al Sacromonte y las cuevas. Y de aquellos dos encuentros La resaca aún me queda que política y flamenco siempre terminan en fiesta. Un hermano me empujó A subir al escenario Y quince años después Sigo a ellos aferrado. Y el flamenco me llevó Por países milenarios Donde me hice viajero Como Gautiev y Lord Byron. Desde El Cairo a Nueva Delhi Desde Tokio hasta Jartúm Desde Londres a Essaouira Y de Chile a Singapur. Nunca soñé en Huétor Tájar infiltrarme en continentes Porque entonces yo soñaba Con cambiar todas las leyes Y lograr un nuevo mundo, Sin pobres, banca, ni reyes. Donde no exista opresión Ni derechos sin deberes. Mas viajar me satisface me humaniza y me sugiere que en mi tras de los viajes canten hombres y mujeres que escarbaron en mis ojos con miradas siderales que traspasaron mi alma con sus cantos ancestrales. Me afanaba en leer Columnas de Paco Umbral, O a Kafka y Baudelaire Jean Paul Sartre, Simone Bauvoir Saramago, Beltort Brecht Dostoiesky y Groucho Marx Gabo, Borges, Cansinos Assens Y los poetas de Graná. Me gustaban más los libros Que aquella Universidad Y rodé por los abismos De la noche sin piedad, Compartiendo con amigos El sabor de la amistad Sellando pactos con ellos Que jamás se romperán. Y el veneno del amor Me hirió hasta sangrar Y doné mi corazón Al museo natural Mas tan solo reacciona Cuando salgo a cantar Porque yo soy un ser libre Y algún precio hay que pagar. Arriesgué más de la cuenta En la ruina naufragué Fui piedra y perdí mi centro al mar yo me arrojé y al cabo de mucho tiempo mi centro recuperé con bisoprolol y el consuelo que en los libros encontré. Volví como un hombre nuevo Más fuerte que un dintel A fundirme con el pueblo duro como Hemimgway. Pócimas de la amistad Y un brebaje de familia Más la Niña de los Peines Fueron mi sagrada biblia. Y colofón de autorretrato Escrito frente al espejo Como Van Gogh lesionado Se despide un pasajero. Mi vida con la música Es una aventura intensa Aderezada en viajes Mas encuentros y experiencias. Los sonidos me transportan La poesía me eleva Y siento en mi un latido Y siento en mi una fuerza Que me llevan a otro sitio Donde solo hay belleza El camino de la música, el camino de la ciencia, O el de la literatura, Producto de las proezas de mujeres y de hombres que al batir su inteligencia con sus nobles corazones Para que el planeta tierra Fuera un mundo habitable Y no fuera esta selva Parieron genialidades Para que otros las aprendan Por eso, mis caminantes! Seguiremos el camino Hasta que este mundo cambie Y la vida, Federico, Si sea noble, sagrada y buena