Ezequiel 37

Bendito sea tu nombre tan glorioso
Oh jehová Dios poderoso
Roca de la eternidad

A ti se doblarán todas rodillas
Y tus grandes maravillas
Las tendrán que contestar

Los ángeles de luz, los querubines
Serafines a millares
Te dan gloria sin cesar

Postrados a tus pies te dicen santo
Santo, santo, santo, santo,
Por toda la eternidad

Y echan sus coronas a tus plantas
Y dan gloria y alabanza
Día y noche sin cesar

Y estos que están de blanco vestidos
Son aquellos que han venido
De la gran tribulación

Sus ropas las lavaron en la sangre
Del cordero inmaculado
Y hoy le sirven a su Dios

La mano de jehová fue sobre mi
Y en espíritu llevo me
A un valle de dolor

El valle estaba lleno de los huesos
De las almas que habían muerto
Sin esperanza de Dios

Me dijo hijo del hombre profetiza
Profetiza de esos huesos
Así dice vuestro Dios

Y yo pondré mi espíritu en vosotros
Pondré carne y pondré nervios
Y viviréis dice jehová

Me dice profetiza al espíritu
Sopla sobre esos huesos
Y viviréis dice jehová

La casa de Israel se levantó
Y tuvieron a sus pies
Una grande multitud

Me dijo el creador ¨oh pueblo mío¨
De mi espíritu tendréis
Y viviréis dice jehová

Y un nuevo corazón pondré en vosotros
Y seréis el pueblo mío
Y yo seré vuestro Dios

Y en vuestra piel haréis que descanséis
Mis mandamientos guardareis
Y viviréis dice jehová

Y yo los sacaré de entre la gente
Como a la oveja santa
Y sabrán que soy jehová

Y estos que están de blanco vestidos
Son aquellos que han venido
De la gran tribulación

Sus ropas las lavaron en la sangre
Del cordero inmaculado
Y hoy le sirven a su Dios