Ezequiel

Yo no estaba Señor en Palestina
Cuando tu madre llena de ternura
Al compás de los himnos celestiales
Ella te mecía en tu cuna
Yo no vi la estrella que en la noche
Señalara el camino del establo
Ni pude oír aquella voz del cielo
Que dijo este es mi hijo amado
Ni pude oír aquella voz del cielo
Que dijo este es mi hijo amado

Es la historia más bella
Que en toda mi vida jamás escuche
Ahora te entrego mi vida
Mis pasos bendigas Jesús mi Señor

No te vi sanar a los enfermos
Ni tornar los muertos a la vida
No te vi regresando de la tumba
Muy temprano al despuntar el día
No contemplé tu majestad gloriosa
De tu asunción al reino de los cielos
Ni pude oír en la ruta de Damasco
Diciendo a Saulo porque tú me persigues
Ni pude oír en la ruta de Damasco
Diciendo a Saulo porque tú me persigues

Es la historia más bella
Que en toda mi vida jamás escuche
Ahora te entrego mi vida
Mis pasos bendigas Jesús mi Señor

No importa que yo no haya presenciado
Tus milagros en tierra Galilea
Tus heridas que no haya yo palpado
Como Tomas quien antes lo dijera
Si hasta el fondo de mi alma ha transformado
Y he sentido el amor del Dios divino
Que con su sangre mis pecados ha borrado
Y por su gracia en el cielo tengo entrada
Que con su sangre mis pecados ha borrado
Y por su gracia en el cielo tengo entrada

Es la historia más bella
Que en toda mi vida jamás escuche
Ahora te entrego mi vida
Mis pasos bendigas Jesús mi Señor

Ahora te entrego mi vida
Mis pasos bendigas Jesús mi Señor