La Confusión

Sin conocernos siquiera
Se me declaró por carta
Donde me enrrabó una sarta
De linduras en hilera
Ligando de esa manera
Ya el resto se me hizo robo
Y empecé a sentirme bobo
Como nunca me sentí
Más contento que un gurí
Que le regalan un globo

Con el propósito firme
De ofertarle juez y cura
Fui a conocer su figura
Pa despué no arrepentirme
Salió el viejo a recibirme
De la forma más atenta
Porque se sacó la cuenta
Que yo era algún comprador
De la cachilita Ford
Que tenía pa la venta

-Ya carculo a lo que viene - dijo invitándome a entrar -
Y le puedo anticipar que es lo que a usté le conviene
Con los ajustes que tiene su arranque es tan impulsivo
Que antes de hacer el recibo puede probarla nomá
Y yo pensé, ¡Sataná, qué padre desaprensivo!
-Le advierto - dijo el anciano - que no es ninguna monada
Porque está recién pintada pero es de tercera mano
-¿Qué má? - dije con desgano refiriéndome a la hija
-Pa arrancar nunca la exija porque inundada se atora
Y amás como es pateadora cuídese al darle manija

-¿Y es muy vieja? - pregunté
-Carcule, tiene bigote y un caño que a medio trote ya empieza
A hacer pereré. Cuando pase a ser de usté traterá con muy
Buen modo que aunque están flojos del todo y aplastauros para
Golpes si no le da muchos golpes el de atrás tiene acomodo

Cuando el peón la necesita
Sin permiso me la agarra
Pa salir por ái de farra
Con amigotes que invita
Por eso la pobrecita
Con la trompa hecha pedazos
Conoció todos los pasos
Y las picadas más malas
Y de andar entre los talas
Me la han curtido a pinchazos

-Con razón esa vizcacha
Salió a buscar quien le ladre
Dije mostrándole al padre
La esquela de la muchacha
Y el anciano en una racha
De cólera sin gobierno
Me mandó al mismito infierno
Quedándose el infeliz
Con dos cuartas de nariz
Sin comprador y sin yerno