Fatalidad
Julio Jaramillo
3:05Yo te adoraba alma mía con delirante pasión, Fuiste mi todo y mi guía, dueña de mi corazón. No habría en el mundo quién fuera más noble y más buena que tú para mí No habría en el mundo quién fuera más noble y más buena que tú para mí Pero llegó la duda y el fantasma de los celos Llenando de amargura nuestro idilio de ilusión. Y se llegó la noche del terrible desconsuelo llevando a nuestras almas a la cruél separación. En mí quedó la noche gris de la desesperanza cruel, cubriendo la infinita nostalgia del ayer. En mí quedó la noche gris de la desesperanza cruel, cubriendo la infinita nostalgia del ayer. No me dejes alma mía dueña de mi vida Tengo el alma herida con el sufrimiento que me da el tormento de tu corazón. Y de hinojos a tus plantas vengo a suplicarte Déjame adorarte No me desconsueles Ya no te conmueve mi desolación. No me dejes alma mía dueña de mi vida, que tengo el alma herida, mi sino es el sufrir. Y de hinojos a tus plantas vengo a suplicarte me dejes adorarte; para después morir.