Noche De Paz
Villancicos
3:24Sí, dame un minuto Para mostrarte la intensidad del océano Para que puedas deleitarte con el murmullo de las olas del mar Dame un minuto Para que al contemplar a las gaviotas Puedas comprender que es el mejor regalo que mi Padre te pudo dar Dame un minuto Sí, dame un minuto Para que escuches del pajarillo su hermoso trinar Dame un minuto Para que al contemplar la naturaleza Comprendas que es la mejor morada donde tú puedas habitar Dame un minuto Sí, dame un minuto Para que podamos platicar Anhelo alimentarte con el pan de vida Quiero hacerte comprender que, si me lo pides, volveré a morir por ti Pero dame un minuto Y te daré toda una vida de ilusiones, de esperanzas Para que al fin logres ser completamente feliz Dame un minuto Sí, dame un minuto Para cargar con todas tus tristezas Enjuagar tus lágrimas con mi pelo Como aquella Magdalena que arrepentida se postró ante mí Dame un minuto Para que renazcan los anhelos de un ser y un hombre nuevo Y ya no tengas por qué sufrir Dame un minuto Sí, dame solamente un minuto Te esperaré aquí, en la inmensidad del universo Y mientras tanto Te regalaré el mejor amanecer, la verdadera paz nocturnal Te brindaré en los rayos del sol de cada día Ese calor que llegue hasta tu alma espiritual Pero dame un minuto Sí, dame un minuto Así me dijo Jesús Y lo dejé con los brazos abiertos Y le di la espalda Y rodé por el mundo para disfrutarlo como es Mi cuerpo se cubrió de lodo desde la cabeza hasta los pies Y entre más y más me sumía en los caminos de la perdición La mirada de Jesús se llenaba de tristeza Y una lágrima por sus mejillas resbalaba Esperando de mí un acto de contrición Pero un día todo lo perdí El amor, las ilusiones, las esperanzas, los anhelos y creo Creo que hasta la fe La moral rodó por los suelos Ya no tenía ganas de vivir Y lloré Desesperadamente lloré Y sentí deseos de morir Pero una mano amiga me tocó Levanté mi faz hacia la de Él Y noté que Jesús también lloraba, aunque por motivos diferentes Escuché su voz que me arrulló como a un niño Para decirme tierno y amoroso Aquí estoy Yo jamás te abandoné Y recordé su llamado Esas tres palabras que jamás olvidaré Dame un minuto Y escondí mi rostro porque no era digno de mirarlo frente a frente Me tomó entre sus brazos amorosamente Y me susurró al oído lo que ahora narraré Hijo mío, tantas veces te llamé Pero no me di por vencido Tú sufrías Pero no sabías que estaba siempre contigo Hoy estás derrotado, pero no vencido Dime, aún espero ¿Me darás ese minuto? No esperé más tiempo Me arrojé al suelo y besé sus pies Él me levantó suave y amorosamente para cambiar mi realidad Y me dijo con aquella expresión que aún recuerdo Si ya me has dado el minuto que tanto quiero Yo te daré la vida eterna que será tu gran felicidad Sí, hijo mío, tu gran felicidad