El Guerrero Interior

Otra vez despierto sin querer seguir,
las voces dentro quieren verme caer.
Promesas rotas clavan su raíz,
y el miedo susurra: “no vas a poder.”

He vivido preso de mi propio error,
un campo de guerra late en mi corazón,
la sombra grita “ríndete”,
pero algo en mí no muere, aun tengo fe.

Escucho el trueno dentro de mi ser,
es mi alma pidiendo renacer,
ya no quiero huir, no quiero fingir,
es hora de pelear por mí.

El enemigo vive en mí... pero ya no manda,
he sangrado en mi mente y hoy mi espíritu se alza.
Entre lágrimas y fuego me encontré,
soy mi guerra... y también mi fe.

Tantas veces creí no tener valor,
confundí mi culpa con redención.
Pero aprendí que el dolor no es prisión,
es el templo donde Dios forja el corazón.

Si caigo mil veces, me levantaré,
cada cicatriz me recuerda quién seré.
No más cadenas, no más temor,
mi alma ruge con poder.

El enemigo vive en mí... pero ya no manda,
he sangrado en mi mente y hoy mi espíritu se alza.
Entre sombras mi luz despertó,
porque el Guerrero Interior nunca murió.

“Lucha... no calles... no mueras sin fe...”
“Soy el fuego que venció su propia piel,
el reflejo que aprendió a creer.”

El enemigo vive en mí... pero ya no manda,
mi dolor se hizo espada, mi llanto esperanza.
Desde el abismo volví a renacer,
porque el Guerrero Interior...
vive otra vez.

“Vive... vive otra vez...”