Dolor Ranchero

No, siñores, no se asusten
Que soy Trinidad Molina
El que estuvo de vaquero en el rancho Ligerilla
Que enviudó de Nicolasa
La más linda mujercita que se vio por estas tierras
Sí, siñores, soy Molina
Cuando enferma de la fiebre se moría la probrecita
Ansí dijo entre sollozos que hasta el alma me partían
Trinidad, ya no te cases, no te cases, repetía
Las madrastras son muy malas, no te cases
Y en seguida: Trinidad, sé semprе güeno
No li pegues a la escuincla
Y nomás dio un suspirote y sе jue pa'llá arriba
Y la noche era silencia, muy silencia, muy refriá
Todo negro, todo solo, sí, muy solo
Llegó el día y empezaron los trabajos
Para criar aquella escuincla
Bien temprano me iba al monte, leña seca yo traía
Y a cuecer hartos frijoles y a mercar hartas tortillas
Ya cuando la levantaba tenía lista la comida
Y le daba unos besotes, munchos, munchos
Si tenía todititas las faiciones de mi probe dijuntita
Prisa, prisa jue creciendo y llegó a grande la escuincla
Y salió repretensiosa posque nada hacer quería
Mi compadre Tanis López siempremente me decía
Compadrito, mal madera, mal madera es esta chica
Pero yo no le hacía caso
Y a ganar hartas cuartillas trabajando como un burro
Pa' mercar lo que pedía
La otra tarde llegó un roto a los amos de besita
Campo greste, decía al monte
Posí al agua, Doña Linfa
Que la luna era Selene
Daba risa, muncha risa
Todo hablaba revesado, crio que estaba medio chiflas
Y nomás vido a mi chica, y nomás la vió la escuincla
Padre, méreme haste botas
Padre, quero medias finas
Padre, quero unos listones y unas naguas de lustrina
Si su madre nuncamente esas cosas me pedía
Si se emprivá de cambaya tan contenta, tan relimpia
Ayer noche, ya acostado, oí ruido en la cocina
Y dimpués aullar al perro, y dimpués nada
En seguida yo brinqué de mi petate y agarré la carabina
Y escurqué por las ajueras, ni una sombra
Yo decía: Trinidad, date silencio
Que va a dispertar la escuincla
Nomás listo el desayuno empecé grita que grita
Alevántate, muchacha, que ya es tarde
Riba, riba, juera, juera, perezosa
Posque nada respondía, y que voy y abro la puerta
Si no estaba ya la endina, se juyó con el chiflado
Se llevó toda mi vida
Se llevó hasta el paliacate donde estaban las cuartillas
Ora apriesa voy al monte, lista ya la carabina
Y nomás que lo devise: ¡pum, pum, pum!, patas arriba
Y dimpués hartas patadas, y dimpués yo le hago tiras
Y le agarro de las greñas y le arrastro ansina, ansina
Y ella, y ella, pos, ¿qué le hago?
¿Qué le hago yo a la endina?
Si recuerdo que su madre ya muriendo me decía
Trinidad, sé sempre güeno
No li pegues a la escuincla