El Mejicano

Volverá el marinero primero Ernesto Zúñiga
A correr semidesnudo desde su celda hacia las duchas
De la cárcel pública de Valparaíso
Antes de morir acribillado
En una calle de Santiago

Lo recuerdo en el régimen carcelario
Donde lo apodaban "el mexicano"

Salió de casa luego del sueño y el desayuno
Chequeó sus pisadas y creyó ver a ninguno
Esperó unos minutos la micro destartalada
Pagó, se sentó, en el cuello algo le punzaba
Cachó por el espejo en las miras de la gente
Una atmósfera rara, un miedo seco y caliente
Y encontró esos dientes de enferma y extraña sed
Y una mirá clavá en su nuca, ¿qué hacé?

Se dijo a sí mismo "un meji, estái maquineao
¡Chi porro! te llegó, haz algo, ¿qué hago? ¿me bajo?"
Y lo hizo con un salto casi deportivo
De cerca lo seguía el agente, que era un dino
El dino le apuntó con puntería y con maña
A la cabeza del meji que se achicaba en la mañana
Y le dio en medio de esta weá oscura
Por el silencio y el festival que todo siempre oculta

Cayó de bruces, cayó de frente, cayó de repente
Besó la tierra, se hundió en la guerra, lo agarró la fiera
Cayó de bruces, cayó de frente, cayó de repente
Besó la tierra, se hundió en la guerra, lo agarró la fiera

Cayó de bruces, cayó de frente, cayó de repente
Besó la tierra, se hundió en la guerra, lo agarró la fiera
Cayó de bruces, cayó de frente, cayó de repente

Besó la tierra, se hundió en la guerra, lo agarró la guerra
Cayó de bruces, cayó de frente, cayó de repente
Besó la tierra, se hundió en la guerra, lo agarró la guerra
Cayó de bruces, cayó de frente, cayó de repente
Besó la guerra, se hundió en la tierra, lo agarró la mierda
Cayó de bruces, cayó de frente, cayó de repente
Besó la tierra, se hundió en la guerra, lo agarró la guerra
Cayó de bruces, cayó de frente, cayó de repente
Besó la guerra, se hundió en la guerra, lo agarró la fiera