Recuerdo
Música De Maestros
3:43Dicen que en tiempos muy lejanos vivía a los pies del nevado Aqamani Un señor noble llamado Rumisonqo (Corazón de Piedra), inhumano y Cruel, que nunca practicó las virtudes de la bondad y la caridad Rumisonqo tenía una hija, una ñusta hermosa llamada Surimana Que era la admiración del lugar. Mallku y Curaca trataron de Conmover su corazón, inalterable ante los requiebros del amor En Aqamani vivía un mozo llamado Wallaychu, de ascendencia Desconocida. Decían que tenía por padre el sol y por madre la Luna. Recitaba poemas y tocaba en los cerros su dulce quena Un día que Wallaychu labraba la chacra del señor, se Presentó Surimana y le preguntó: "Dime, Wallaychu, ¿eres De esta tierra o has venido de pueblo lejano?". Él contestó "Soy de esta tierra y soy feliz de ser tu esclavo" Después de algún tiempo nació entre ellos un amor apasionado Como la felicidad no dura mucho, el rey, anoticiado que su Hija tenía relaciones con Wallaychu, se puso furioso y Maldijo la hora de haber tenido una hija tan vil. En medio De su furor ordenó la ejecución de Wallaychu. Éste fue Aprehendido y encerrado en prisión privándole de alimento Surimana, poniendo en grave peligro su vida, consiguió Penetrar en prisión y le pidió que se escapara. Él Rehusó rotundamente porque significaba un proceder innoble Que mancharía el nombre de Surimana y el suyo propio Al clarear la aurora le arrebató a Surimana su topo de oro y con Él se rasgó la vena yugular. Los habitantes de Aqamani lloraron su Muerte. Jóvenes y ancianos llevaron el cadáver para ser inhumado De pronto apareció la anciana Pinquiñawi diciendo: "¡Oh Wallaychu, hijo de la princesa Killma! Perdóname por ocultar Y no revelar tu alcurnia". Los restos de Wallaychu fueron Enterrados en la chacra de Surimana como desagravio a la princesa La gente levantó un promontorio de piedras Para que no olviden al príncipe Wallaychu Surimana, amargada, regaba con su llanto la tumba de su Amado y no pudiendo más de soledad se dirigió al farellón Desde cuyo borde contemplaba su chacra de papas y Envolviéndose con una llislla su cabeza se arrojó al precipicio Rumisonqo, al saber la noticia, sintió el dolor más Profundo de su vida. Llorando su desventura ordenó que El cadáver de su hija sea enterrado al lado de Wallaychu Transcurrido un tiempo, llegó el día de la cosecha y apareció en su Chacra una papa rara y desconocida hasta entonces, muy sabrosa y Harinosa. Rumisonqo, al probarla, se puso a llorar y dijo: "Esta papa Es sagrada, porque mi hija se ha reencarnado en ella". Rumisonqo se Arrepintió de su pasado y abrió las puertas de su palacio a los Pobres, dejando que se sentaran en su mesa y vistieran con sus ropas Desde ese día resolvió llamarse Wawasonqo (Corazón de Niño) Cuenta la leyenda que vivió muchos años convertido en un hombre Bueno y caritativo, llegando a conquistar el cariño de su pueblo