Hay Un Camino

HAY UN CAMINO

Hay un camino que a mí me lleva
con toda el ansia
a la añoranza de un viejo hogar.
Hay un camino que tras la niebla
llega a mi infancia
y a un ensueño crepuscular.

Hay un camino que da la vuelta
y me regresa
al vino blanco y al calamar.
Hay un camino de mil siluetas
que serpentea
entre montañas buscando el mar.

Hay un camino donde el destino
inunda el aire
a olor a puerto, a leche y miel.
Hay un camino que peregrino,
y sus detalles
tornan a versos en mi papel.

Llego y te canto porque te siento,
canto a mi gente, le canto al viento
y a una barca que está varada
en tu mirada de mar adentro.
Le canto al alba una tonada,
le abro la puerta a la madrugada;
y si me miras con sentimiento,
con tus ojazos de enamorada,
te haré princesa de cualquier cuento.

Hay un camino que me conduce
hacia la bruma
de un abrazo y de un adiós.
Hay un camino donde relucen
todas las lunas
que hicieron vela entre los dos.

Hay un camino donde el destino
inundar el aire
un olor a puerto, a leche y miel.
Hay un camino que peregrino,
y sus detalles
tornan a versos en mi papel.

Llego y te canto porque te siento,
canto a mi gente, le canto al viento
y a una barca que está varada
en tu mirada de mar adentro.
Le canto al alba una tonada,
le abro la puerta a la madrugada;
y si me miras con sentimiento,
con tus ojazos de enamorada,
te haré princesa de cualquier cuento.

Nando Agüeros / Agosto 2020