Chiquilín De Bachín
Raúl Lavié
4:43Fueron, hace mucho, las románticas proletarias del amor La noche les puso nombre con seducción de insulto Paicas, locas, milongas, percantas o grelas Era común verlas al alba desayunando un chocolate En la confitería Vesubio de la calle Corrientes Terminaban a esa hora de trabajar en el Chantecler En el Marabú, en el Tibidabo Con un arranque loco de Madame Bovary de Barracas al sur Se jugaron la vida a los tangos Alguna se enamoró de aquel bandoneonista y por amor ganó Para otras la derrota fue mucha Terminaron atendiendo el guardarropa de damas En esos mismos cabarets Acaso, se marcharon todas juntas un día Como si fueran una pequeña y extinguida raza con ojeras Este tango relata la última de las grelas Descubre su definitivo paso por el asfalto recién amanecido De una Buenos Aires espectral y lo cuenta así Del fondo de las cosas Y envuelta en una estola de frío Con el gesto de quien se ha muerto mucho Vendrá la última grela, fatal, cañengue y sola Taqueando entre la pampa tiniebla de los puchos Con vino y pan del tango dulcísimo que a rolas callará Junto al barro cansado de su frente Le harán su pizarrea los fuelles y las violas Llorando a la sordina tan misteriosamente Despedirán su hastío, su tos, su melodrama Las pálidas rubionas de un cuento de Tuñón Y atrás de los portales sin sueño Las madamas de trágicas melenas Dirán su extremaunción Y un sordo carraspeo de esplín y de macanas Tangueándole en el alma le quemarán a dos Y muda y de rodillas se venderá sin ganas Sin vida y por dos pesos a la bondad de Dios Traerá el olvido opuesto Y allá en los trascartones del alba el mal, el luto Con cuatro besos pardos Le hará una cruz de risas Y un coro de ladrones muy viejos Sus extrañas novenas en lunfardo Que sola irá la grela, tan última y tan rara Sus grandes ojos tristes trampeados por la suerte Serán sobre el tapete raído de su cara Los dos fúnebres ases cargados de la muerte Despedirán su hastío, su tos, su melodrama Las pálidas rubionas de un cuento de Tuñón Y atrás de los portales sin sueño Las madamas de trágicas melenas Dirán su extremaunción Y un sordo carraspeo de esplín y de macanas Tangueándole en el alma le quemarán a dos Y muda y de rodillas se venderá sin ganas Sin vida y por dos pesos a la bondad de Dios