Epilogo

Cada noche oteo el cielo por si estás… 
Hablo sola imaginando que me oirás…
Me aprisiona un gran lamento y su ansiedad… 
Que en mi oscuridad duelen mucho más… 
Las estrellas se olvidaron de brillar…
Hasta el alba ya no quiere despertar… 
No pensaba que la vida y la pasión 
Eran nimias, mi sueño marchitó…
Cada espina que comienza a caer
Sé que nunca volverá a germinar 
Y mis pétalos rajados de amor
Se tiñen de sangre
Se los lleva el aire… a ninguna parte… Adiós… 
Cuando tuve tus miradas y atención
Cuando tuve tus cuidados, tu calor…
Y pensé que siempre iban a durar…
Todo se acabó, el cuento concluirá…
Todo se acabó… Nunca te supe amar…