Leiram Waltz (Feat. Annie Julissa)
Sergeant Jay
3:06El tiempo pasa a prisa, A 100 por la autopista, La noche nos atrapa, El desvelo nos despista. Un manto salpicado con estrellas vas dejando, Un rastro de destellos con tus ojos dibujando. Con un Marlboro en mano, Sonríes sin pensarlo, El humo va flotando mientras vamos avanzando. Te miro de reojo, Esos labios de rojo, La forma de tus piernas que me están volviendo loco, El aroma de tu pelo, Quizás sea el desvelo, El sabor de aquellos besos que me elevan hasta el cielo. La luz de aquella luna, Más tu bella figura, Tú Risa y su mesura siempre tan inoportuna. Hoy nos faltan palabras, miradas, no hay nada, Más lejos que estas ganas de nadar entre tus aguas, Reflejos y fractales, mujer de mil disfraces, Me voy desvaneciendo entre tus sueños más fugaces.... Son3.45, la hora da lo mismo, Los dos aquí sentados sin mirarnos, existimos. Por hoy nada es seguro, Ni este maldito mundo Tu mano me sostiene de caer aún más profundo. El miedo nos detiene, a confrontar la muerte, A vernos a la cara y perdernos para siempre. Tus ojos o los míos, al final da lo mismo. Son aquellas memorias que se han desvanecido. Bukowski en tus lecturas, Un poco Neruda. Más tangos de Gardel en esas tardes de amargura, Tan dulce en otros días, otros más son la guerra, Con poco en ese entierro soy quien más ahora se aferra. Puedo contarte historias, tu relatas tu vida, Descrita en fragmentos que a poco desafinan. Más he de admirarte pues sabes tu derrotarme, No hay nada imperfecto en el ser que tú creaste. Eres mujer perfecta, tan llena de experiencia, Pensé cantar para ellas, termine escribiéndote esta, Y otras tantas canciones, alegras mis visiones. Tan Basto es tu universo sobre aquellos tacones. Y mujer te aseguro, quizás no habrá futuro, Dejemos de buscarnos y volemos los dos juntos, Y mujer te prometo, más noches de desvelo, Son solo más detalles que escribamos a este cuento Son3.45, la hora da lo mismo, Los dos aquí sentados sin mirarnos, existimos. Por hoy nada es seguro, Ni este maldito mundo Tu mano me sostiene de caer aún más profundo. El miedo nos detiene, a confrontar la muerte, A vernos a la cara y perdernos para siempre. Tus ojos o los míos, al final da lo mismo. Son aquellas memorias que se han desvanecido. Son3.45, la hora da lo mismo, Los dos aquí sentados sin mirarnos, existimos. Por hoy nada es seguro, Ni este maldito mundo Tu mano me sostiene de caer aún más profundo. El miedo nos detiene, a confrontar la muerte, A vernos a la cara y perdernos para siempre. Tus ojos o los míos, al final da lo mismo. Son aquellas memorias que se han desvanecido.