Madre Nuestra
Takillakkta
3:43Ídolos de arcilla rugían en la espuma Su lumbre es la bruma, mi pluma Acunaba un dios y otro dios Tierra de la luna sin nombre todavía Se bautizaría bajo un nuevo sol Cuando por la pampa fluyente de los mares Llegaron las naves cargadas de pasión Su misión bordada en las velas flamantes La cruz tremolante fue mi liberación Evangelizando, evangelio abanderando Nunca rezagando la estocada al gran caimán Siempre enarbolando la verdad que está matando Al dragón nefando que asolaba la heredad Poeta de epopeya como el ser humano Entramado de sombra y de luz Sueña la centella que destelle en mi verano Con el arzobispo del sur Santo Toribio, caballero de los Andes Heraldo andante de la evangelización El protector, el defensor de los humildes De los que gimen bajo el yugo del dragón Como fauces de una serpiente emplumada Apretaba el diente el cauce Que arreciaba muerte en caudal Hasta que insurgente contra la bestia armada Como el Cristo andaba con vara episcopal Vuela como el cóndor arrullando las alturas Besa la blancura de la nieve virginal Su cabalgadura pisando con premura La estatura muda del Ande colosal Evangelizando, evangelio abanderando Nunca rezagando la estocada al gran caimán Siempre enarbolando la verdad que está matando Al dragón nefando que asolaba la heredad Fue su mano alzada fecunda en bendiciones Su cayado fue el del buen pastor Fue su lengua fuego que encendía las razones Su mirada alejaba el temor Santo Toribio, caballero de los Andes Heraldo andante de la evangelización El protector, el defensor de los humildes De los que gimen bajo el yugo del dragón