Y Terminar Con Tus Noches

Vengo a recitarte mi poesía dentro de tu habitación
A destrozar tus alas, a beberme el dolor
Y a ver si se te clavan las mismas puñaladas
Que el tiempo a mí me clavó
Recuérdame bendita
Entre las sombras que hacen pequeñita mi canción
Y vuelve a rejuntar memoria con olvido
Trata de no pensar todo lo que nos ha ocurrido
Para que puedas dormir
Ahora lo ficticio tiene precipicio si quieres salir

Y me resbala, la vida me resbala
Ahora que no me tienes, ahora que soy libre al fin
Que no me queda nada
Que el cielo de Madrid tiene más de lo que me dabas

Y vuelvo a repetirme en esta historia marchita
De soja margaritas
Y cuando digan no, tú piensa que era más bonita que el sol
Que un día te quemó y te acabó enfriando
Tú sigue recordando lo vivido
Yo pido por que te vengas conmigo

Y no me aclara, la vida no me aclara
Si me quería tanto, ¿por qué siempre me mataba?
Y me decía "cariño", sonreía, "es hora de dormirse"
Por más que enciendo, me la apaga, la vida me la pagas
Que yo te duela tanto como duelen tus palabras
Y que supuren por fuera tus heridas y que no cicatricen

Iba con el odio entre los dedos y se me olvidó pensar
Solo quería que me dieras aire y me olvidé de respirarte
Pero tranquila, que esto no duele
No te me vayas a enredar, no desesperes
Soy el demonio que te ha venido a robar
Soy la miseria que te quiere regalar todas las noches
Si no lo entiendes, te lo vuelvo a repetir

Que me resbala, tu vida me resbala
Seré de tu silencio hasta tus ganas de morir
Recuerda que te quiero
Que yo si quieres te regalo el cielo
Pero ahora calla y arrodíllate ante mí
No estoy enfermo, lo hago por amor
Quiero que tus inviernos se llenen de calor
Tú que vas muy arreglada
Si te descuidas no te pones nada
No me abandones mi amor
Ahora tus latidos suenan tan dormidos
No habrá más dolor

Y no me aclara, la vida no me aclara
Si me quería tanto, ¿por qué siempre me mataba?
Y me decía "cariño", sonreía, "es hora de dormirse"
Por más que enciendo, me la apaga, la vida me la pagas
Que yo te duela tanto como duelen tus palabras
Y que supuren por fuera tus heridas y que no cicatricen

Y que terminen tus noches ardiendo
Y que te envuelvas con tus llamas y que escuches mi silencio
Que se oxigene tu aire de miedo y no puedas dormirte
Que te envenenen todos tus infiernos
Que te reviente el alma y que no puedas respirar
Que cuando mires veas mi reflejo detrás del cristal