Falsos Recuerdos

¿Y si lo que recuerdas...
nunca ocurrió?
La mente no es cámara, ni copia fiel.
Reconstruye lo vivido con cada pincel.

Los recuerdos no se almacenan intactos,
se reconstruyen con trozos, con pactos.
Hay interferencia, sugestión,
influencia externa, falsa conexión.

Loftus lo mostró con precisión,
cómo preguntas cambian la percepción.
Un “cómo chocaron” puede alterar
la fuerza, la forma del recordar.

Falsos recuerdos, tan vívidos como reales,
se sienten, se juran... y son irreales.
La mente rellena con lógica y emoción,
y a veces inventa por asociación.

La corteza prefrontal hace conjeturas,
buscando coherencia en la estructura.
Pero el hipocampo puede ser impreciso,
y completar vacíos con otro aviso.

Y si hay trauma, si hay estrés,
la confusión puede ser aun más.
El cerebro prioriza sobrevivir,
aunque el recuerdo no sea porvenir.

El testigo que afirma con claridad,
puede estar recordando falsedad.
Confianza no siempre es verdad,
porque recordar no es objetividad.

Falsos recuerdos, como sueños que engañan,
como sombras que el tiempo acompaña.
No todo lo que evocamos fue real,
pero lo sentimos como esencial.

csí que duda con cuidado...
cuestiona lo que el pasado ha mostrado.
Porque la memoria no siempre es traición,
pero sí es una creación.