Rendirse Jamás

Entre sombras y relámpagos, la noche me encontró,
con cadenas invisibles que el miedo me entregó.
El silencio era un grito que quería sepultar,
pero en lo más profundo, una llama empezó a hablar.

El viento me golpeaba con su furia sin piedad,
y el suelo se partía como puerta hacia el final.
Las voces de derrota susurraban sin parar,
pero un trueno en mi alma me obligó a despertar.

Cuando todo parece perdido,
cuando no queda fuerza en tus pies,
recuerda que el cielo te ha visto
y no dejará que te hundas otra vez.

¡Rendirse jamás!
Que el fuego en tu sangre arderá hasta el final.
¡Rendirse jamás!
La victoria es del alma que sabe luchar.

La espada de la fe en mis manos brilló,
rompiendo las tinieblas que el miedo sembró.
Cada golpe en la arena, cada lágrima al caer,
me forjó como acero imposible de romper.

cunque el mundo te llame vencido,
aunque todo te quiera enterrar,
recuerda que Dios está contigo,
y tu historia no va a terminar.

¡Rendirse jamás!
Que el trueno en tu voz retumbará sin parar.
¡Rendirse jamás!
El que lucha con fe siempre puede ganar.

Y cuando el ultimo día me venga a buscar,
lo miraré a los ojos y le voy a gritar:
¡Rendirse jamás... jamás!