La Cenicienta
Marisol
12:07¿Conocéis vosotros, amiguitos míos La bonita historia de Caperucita Roja? ¿Sí? ¿No? Bueno, de todas formas os gustará escucharla, porque Es una linda historia, siempre grata al oído y al corazón Caperucita Roja era una preciosa chiquilla, muy buena Y muy lista, que vivía con sus papás en una casita Del bosque, entre verdes pinos y olorosas flores Y, he aquí, que un día... ¡Ay! Sólo de pensar lo que ocurrió Aquel día me echo a temblar, amiguitos Sí, yo soy Caperucita Roja. La gente me llama así porque llevo Puesta una capotita encarnada con su caperuza del mismo color Yo soy Caperucita Roja, vuestra amiga de ayer, de hoy y de siempre Bueno, pues, como os iba diciendo, aquel célebre día, me dijo mamá Mira, Caperucita, aquí tienes este cestillo con unas tortas, unos Huevos frescos y una jarrita de miel Anda, ve a llevárselo a tu abuela ¿Sigue enferma la abuelita, mamá? Sí, está mucho mejor, pero no se levanta todavía El día de la tormenta pilló un resfriado que ya, ya Claro, y como es tan viejecita, la pobre Bueno, me voy enseguida y así estaré de vuelta a la hora De comer. En el bosque cogeré unas flores para ti, mamá Gracias, hijita, pero es mejor que no te entretengas ¡Ah, se me olvidaba! No vayas por el camino de la izquierda Que se adentra en el bosque, sino por el de la derecha El que bordea los sembrados. Es más prudente ¿Prudente? ¿Qué quieres decir, mamá? Yo siempre voy por el camino Del bosque. Es más corto y más bonito. ¿Por qué no puedo ir hoy? Pues porque por el bosque anda correteando el lobo, que Ha bajado del monte. Y dicen que ha venido hambriento Ve por los sembrados, hijita. Te acordarás Claro que sí, mamá. Dame un beso y quédate tranquila Que enseguida estoy de vuelta. Adiós, mamá Adiós Nuestra amiguita, con su caperuza roja, que todos conocían Por aquellos contornos, y su cestillo al brazo, iba Llena de buenos propósitos cuando emprendió el camino Pero al llegar al sendero que se adentra en el bosque... ¡Ay, amigos míos! Al llegar al sendero que se adentra en El bosque, no pude resistir la tentación de seguirlo Aquel era mi camino de siempre. Desde que aprendí a dar los Primeros pasos, anduve por él para ir a casa de mi abuela En él estaban los pájaros, los conejitos, las ardillas Las flores, las mariposas. Ellos eran mis amigos Y, olvidándome del lobo y de la advertencia de mamá Seguí por aquella senda donde acechaba el peligro Hola, amiguitos pájaros. ¿Habéis visto vosotros al lobo Por ahí? ¿Verdad que no? ¡Claro, claro que no! Vamos A cantar todos a la vez para asustar al lobo, si es Que ronda por ahí. Vosotros me haréis el coro. ¡Venga! En el bosque tengo muchos amiguitos Conejitos, ardillitas, pajaritos Y también las flores y las mariposas Son amigas con las que hablo de mis cosas Ellos temen que, escondido entre las hojas Aparezca de repente el lobo malo Pero yo les digo que agarren un palo Y que canten todos juntos mi canción No tengo miedo al lobo, al lobo gruñón Que es viejo, feo y bobo, y le puedo yo No tengo miedo al lobo, no le temo, no Que es viejo, feo y bobo el lobo gruñón No tengo miedo al lobo, al lobo gruñón Que es viejo, feo y bobo, y le puedo yo No tengo miedo al lobo, no le temo, no Que es viejo, feo y bobo el lobo gruñón Hola, conejitos. Ya me extrañaba a mí Que no acudierais al oírme cantar Y vosotras, mariposas, qué colores tan lindos tenéis esta mañana ¿Qué opináis vosotros del lobo? ¡Bah! No pensemos más en él. A lo Mejor es una broma de los leñadores. Sigamos, sigamos cantando No tengo miedo al lobo, al lobo gruñón Porque es muy bobo y feo, no le temo yo Hola, flores amigas. Qué bien, pero qué bien oléis cuando yo paso Sois maravillosas. Cuánto me alegro de haber pasado Por este camino en vez de seguir el de los sembrados Sobre todo, al ver que esa historia del lobo es un Cuento chino. ¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja! No tengo miedo al lobo, al lobo gruñón Porque es muy bobo y feo, no le temo yo ¡Grrr! ¡Ay, ay, ay, ay, Dios mío! Como que era un cuento chino, ¿eh? ¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja! No, no, no, ya, ya veo que no. Bueno, no, no me coma usted, maese Lobo. Mi mamá se pondría muy triste, ¿sabe? ¡Ay, ay, ay, pobre de mí! No tengas miedo, tontina. Si yo no quiero comerte. Pero soy un Poquito curioso y me gustaría saber a dónde vas. ¿Quieres decírmelo? ¿Y si se lo digo, me dejará usted tranquila, maese lobo? Claro que sí, Caperucita guapa. Claro que sí Pues voy a ir al final de este camino, a casa de mi abuelita Que está resfriada, a llevarle este cestito con tortas Huevos y una jarrita de miel. ¿Usted gusta, maese lobo? No, no, hijita, no. Yo no me paro en tales detenientes A mí tienes que ofrecerme de chuletas para arriba, jajaja Ay, ay, no se ría Usted así, que me dan escalofríos Bueno, déjeme Usted pasar que tengo prisa Pasa, hijita, pasa. Tuyos son todo el camino y todo El bosque. Adiós, y recuerdos a tu abuelita, jajajaja Caperucita, con un susto que no le cabía en el cuerpo, echó A correr camino adelante sin volver siquiera la vista atrás Y cuando desapareció en el primer recodo de la senda... Jajajaja, esa tonta se figura haberse librado de mí y no sabe Que de un solo tiro voy a matar dos pájaros. Tengo las patas Muy largas y cuando ella llegue yo me habré zampado ya a su Abuela y la estaré esperando con las fauces abiertas de par en Par. A mí, de chuletas para arriba, ya lo he dicho, jajajaja En cuatro zancadas Maes el Lobo llegó a la casita de La abuela que estaba muy abrigadita en la cama y... ¡Socorro! ¡Socorro! ¡El Lobo! ¡El Lobo! ¡Socorro! ¡A mí! ¡A mí, leñadores! ¡Socorro! ¡Socorro! ¡Maldita vieja! Pues no se ha escapado con todos sus años, su Resfriado y su reuma. Bueno, qué más da, después de todo está muy Delgada y a mí nunca me han gustado roer los huesos Esperaré a la nieta. Esa sí que debe de estar tierna Y sabrosita. Pero si ya está aquí. Voy a meterme en La cama de la abuela para que no se asuste, jajajaja No te muevas, abuelita, que soy yo. Te traigo unas tortas, unos Huevos frescos y una jarrita de miel. ¿Cómo te encuentras? Mejor, verdad? Pero abuela, ¿por qué te tapas así con el embozo? Déjame verte la cara, mujer. Oh, abuela, qué ojos tan grandes tienes Es para verte mejor, hijita mía Y la nariz, ¿por qué tienes la nariz tan grande, abuela? Es para olerte mejor, a ti y a las Tortas que traes en el cestillo, hijita Ay, abuelita, qué boca tan grande tienes Es para comerte mejor, jaja ¡Ay, socorro, que me come el lobo! ¡Socorro, que me pilla! ¡Socorro! Caperucita, empujada por el terror, había conseguido encaramarse a un Armario y mientras el lobo se subía a una silla para alcanzarla... Aquí estamos, Caperucita, aquí estamos Ya verás la que te vamos a dar Ahora te corto el rabo Toma ya La abuela de Caperucita, al huir del lobo, había corrido a avisar A los leñadores y carboneros que trabajaban en el bosque. Y estos Armados de hachas y de palos, cogieron al lobo por su cuenta y... ¡Ven acá, lobo infame, que te voy a matar! ¡Desvergonzado Cochino, carácter bajadero! ¿Pero qué te has creído tú? ¡Toma, toma, pues no querías comerte a Caperucita! Toma, sinvergüenza, toma! Anda, que vas a ir bien servido Sinceramente os digo, pequeños, que la paliza que los leñadores y los Carboneros le propinaron al infame lobo fue de las que hacen época Ya lo creo que lo fue, un palizón insuperable, amiguitos. Total Que el lobo quedó hecho un guiñapo y con las escasas fuerzas que le Quedaron echó a correr bosque adentro hacia el monte. Y nunca, nunca Más, volvimos a verlo por aquellos contornos. Qué suerte, ¿verdad? Qué dichosa era Caperucita al regresar a su casa aquel famoso día Después del tremendo susto y del gran peligro que había pasado En el camino de vuelta la esperaban todos sus compañeros del bosque Los pájaros, las flores, las ardillas, los conejos y las mariposas Hola, amiguitos. ¿Habéis visto qué feo y qué malo es el Lobo? Nunca, nunca más, os lo aseguro, volveré a Desobedecer a mamá. Eh, bueno, no pensemos en cosas tristes ¡Cantemos, queréis! Y esta vez sí podemos cantar a gusto En el bosque tienes muchos amiguitos Conijitos, ardillitas, pajaritos La la la la la la la la la la la la La la la la la la la la la Esta es la historia de la linda Caperucita Roja. Y tal Como me la contaron, os la he contado yo, amiguitos míos