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Omar Cerasuolo - El Adiós | Скачать MP3 бесплатно
El Adiós

El Adiós

Omar Cerasuolo

Альбом: Poémas Mágicos
Длительность: 3:44
Год: 2000
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Текст песни

Y bien, compañera, ha llegado el día
El día y la hora del último beso
Nada de sollozos, no caigas en eso
Tienen estos trances su melancolía
Pero hay que ser fuertes, como te decía

Ayer por la noche mi mejor amigo
Toma tu sombrero, toma tu manchón
Y arrópate bien, aquí está tu abrigo
Hay un frío afuera y una cerrazón

Echemos con calma la llave al romance
Era tiempo ya de ponerle fin
No hay sueños eternos ni rosa que alcance
A adornar por siempre la paz de un jardín

Yo recobro toda mi soberanía
Tú recobras toda la gran libertad
Y no podrá el tiempo ni la lejanía
Ni las nuevas cosas ni mi soledad

Borrar el perfume del idilio grave
Los buenos amigos me hablarán de ti
"Sigue tan hermosa, tan fina, tan suave
Ayer, casualmente, de tarde la vi."

Y yo sonreiré con cierta ternura
Y un gesto muy vago, como paternal
Mientras los recuerdos harán su conjura
Trayéndome en brazos tu carita oval

Tus ojos, tus gracias y tus ardimientos
¡Se puede, qué diablos! Vivir otra vez
A pura memoria los buenos momentos
El amor, querida, igual que el ciprés

Conoce el secreto del verdor eterno
Así cuando partas dentro de un instante
Cuando en este día brumoso de invierno
Trasponga esa puerta tu gracia fragante

Para no volver, simultáneamente
Irás avanzando sobre mi pasado
Y yo te aseguro que entrarás de frente
Reina y soberana, al templo sagrado

Después, algún día, un día cualquiera
Sin haberlo el uno ni el otro deseado
Nos sorprenderemos, buena compañera
Y en el bosque alegre o en el cabaret

Del brazo de un hombre distinto de mí
Más linda que nunca te reencontraré
Y un poco del duelo que palpita aquí
Nublará de golpe tu faz y la mía
Desplegando un punto sobre nuestra frente

Sus dos grandes alas: la melancolía
Y al volver a casa, displicentemente
Evocando tiempos que fueron hermosos

Mientras me despojo del gabán y tiro
Sin saber a dónde los guantes rugosos
Llenaré la alcoba con un gran suspiro
No llores, querida, no hay por qué llorar
Arréglate el pelo, toma tu manchón

La cartera de oro, la pierre de Renard
Hay un frío afuera y una cerrazón